Confeciones para mi #

Parece que ahora me toca confesar a mi.

 
Tengo que ser sincera conmigo misma
y reconocer que desde que susurraste en mis oídos
yo no he dejado de pensarte ni un segundo.
Esas palabras sonaron impulsivas y sinceras
que prendieron fuego mi ser.
Ni hablemos de tu actitud salvaje sobre mí
¿Quién te dio permiso para levantarme así?
Gracias! me encanto sentirme una pluma entre tus brazos.
Nunca me hicieron algo así, parecía sacado de un cuento.
Fue tan tierno y encantador que jamás lo olvidaría.
Ni hablemos de tu mirada tan embobada.
Me observabas de pies a cabeza como si fuera un cristal,
me hiciste sentir el tesoro más valioso de mundo.
Entre tanta presión y nervios
me hiciste sentir comoda y tranquila.
Y a pesar de que estábamos hasta las manos,
y sabíamos que lo que estábamos haciendo no era correcto,
seguimos intensamente disfrutando el momento
Y hay algo más que me queda por contar
Lo mejor de la noche… tu piel.
Tu espalda, se convirtió en la frutilla de mi postre
Pero de eso hablaremos después y ahora digo:

"¡Basta Para Mi, Basta Para Todos!"

Confeciones #

Me susurras al oido que te encantaria pasar una noche conmigo,
Te anuncio que despues de eso, ya no hay vuelta atras.
Me miras complacido y sonries.
En cuestion de segundos me acorralas contra la pared,
Posas tus ojos negros en mi cuello y... muerdes
Auch! te empujo y mis ojos se llenan de dolor.
Corres como un animal, me alzas y me apoyas contra los ladrillos
Por dios! nunca me habían hecho algo asi...
Susurras que me quieres matar,
que deseas arrancarme la ropa con los dientes,
lamer mis curvas hasta que salga el sol,
y tomar de mi lo prohivido.
Quieres moder la manzana,
quieres morir con el veneno en la sangre
quieres romper todas las reglas y codigos.
Deseas tocarme, besarme, morderme y hasta comerme.
Lo piensas y lo mejor de todo es que... me lo dices.
Despues de tantas confeciones decido perdonarte,
rezamos un padre nuestro y seguimos pecando contra la pared....

Sus Perfectos Tragos *

Abriste los ojos después de una larga noche y te encontraste con tu mundo al revés. Te apresuras y los cierras con fuerza, sientes el ardor que corre y la presión como hace temblar tus parpados. Los vuelves abrir con la esperanza de que tu mundo vuelva  hacer normal y que las cosas estén en su lugar, quietas. Te sientas en la cama, corre un poco las cortinas, la luz te voltea y no te queda otra que quejarte. Te pones de pie y notas que aun sigues mareada, cuando quieres recordar estas de nuevo, ahí, desparramada en la cama sin poder ver con claridad. Pero esto no es todo, sientes un dolor intenso.... tu hígado te esta pasando factura. Intentas volverte adormir pero todavía hay mucho speed corriendo en tus venas. Te agarra el loco deseo de querer ver tu rostro. Te sientas en la cama y rápidamente te paras, caminas dos pasos y ahí esta, el espejo. Detenidamente te miras, lo primero que notas es que tienes las medias nuevas rajadas, tu ropa esta arrugada y corrida, se puede ver el delicado encanje negro de tu corpiño. Tu cara esta pálida, los ojos rojos, llorosos, tu delineado esta corrido, debajo ves una laguna de rimel mezclado con el dorado de tus parpados, notas que el rush a tomado el control y ferozmente recorrió tu mejilla derecha.

Consideras que pararte fue todo un logro, así que decides ir a la cocina. Tu garganta esta seca, áspera. Te sirves un vaso con agua fresca. Lo tomas, sientes el alivio; aunque te cuesta mucho tragar, Todo vuelve ¿Verdad?. No hay nada que puedas hacer, mas que acostarte a mirar el techo hasta el cansancio y cerrar los ojos hasta sentir como se prenden fuego tus pupilas. 

Y... ahí estas, desparramada intentando recordar lo que paso y es justo cuando en ese instante recuerdas muy bien lo rico que esta el champange que te dio la rubia, como el delicioso Blue te pinto los labios y la lengua y por supuesto inolvidable, el perfecto gancia que te preparo el Morocho.

Vuélvete mi Dios

Las nubes atrapan al sol,

Las estrellas y la luna salen.

La noche comienza iluminada,

la música me abraza fuerte 

y el alcohol se mezcla con la sangre.

El sábado me vuelve loca,

me convertí en una adicta.

No es que me desespera la fiesta,

el alcohol, el baile y el maquillaje. 

Hay algo mas, mucho mas profundo...

Y en esa profundidad te sumerges tu,

tu sonrisa, tu mirada, tu cuerpo.

No veo la ahora de ahogarme contigo,

de que me lleves al completo vacío

de que me tomes distraída y me raptes

para hacer conmigo lo que desees.

Quiero que por cada copa me regales un beso

y que por cada estrella una noche juntos. 

Deseo que dejes de envolverte en mis sueños

y pases directo a enredarte en mis sabanas. 

Llévate mi control,  mi tranquilidad

y desata la pasión obligándome a ser tu amante. 

Hazme un Demonio de mujer

y yo te haré mi Dios. 

                                              

 

 

Otoño no decaigas.

¿Puedes escuchar eso? ¿Que hay ahí?.
Lo que escuchas es silencio y lo que ves es soledad.
Días como estos, dices que no deberían existir.
Días fríos, de una taza caliente de café y un cigarrillo...
Deberían guardarse para el helado invierno,
se supone que amaste todos estos años el otoño.
No dejes caer los días por falta de amor.
¿Esta sola? Sabes bien que no es así...
Te sientes sola que es muy diferente. 
No hay quien domine tu corazón completamente
y eso te resulta muy extraño y hasta aburrido tal vez. 
Estas acostumbrada a unos otoños amorosos
se podría decir llenos de riesgosas aventuras.
Te solías sentir tan viva... que ahora mismo deseas morir.
Pero en realidad no es lo que quieres.
Lo único que deseas es un tibio amor,
algo que te mantenga altamente ocupada.
Te gusta pensar en historias un tanto locas, secretas
me arriesgo a decir que te encantan los problemas,
obvio, siempre refiriéndome a problemas amorosos.
Estas en busca de historias nuevas, atrapantes
de esas que te llenen las venas de pasión.
Estas alerta, esperando ese rebuscado amor...
ese que te mantenga a los sustos, corridas y saltos.
No hay de eso por aquí, ni por allá....
Sientante, relajate, no mires el reloj,
el no llegara solo parece...
Ármate la idea que tienes que buscarlo vos.
Esta vez te toca a vos encontrarlo,
vuélvete loca en los rincones,
no te lamentes, no servirá de nada.
Vístete rapido, y ponte calzado cómodo
no es como dicen las personas...
tu amor loco no esta a la vuelta de la esquina
Es probable que tengas que caminar kilómetros
si es que quieres encontrar a tu media naranja: la adrenalina.