Hoy no es catorce ni es abril… sin embargo estoy escribiendo de lo mucho que causo tu violenta desaparición en mi vida. Te fuiste y todos esperamos que vuelvas pero… ese día nunca llego ni llegara y eso es lo mas triste y desesperante de esta historia. Que injusto fue el destino con tu vida, con la mía y con la gente que te amaba.
Cuando él quiso y pudo darte una agradable vida llena de paz ya no estabas… era muy tarde. Cuando quise decirte que te quería con todo mi corazón y que eras mas importante de lo que creías para mi ya te habías ido… ¿y ahora yo que hago con esto que siento? Hace tres años y algunos días mas que esto me esta asfixiando… un duelo que lo remo sola muy sola y es porque así yo lo quiero. Me llevo noches enteras llorándote en esa inmensa oscuridad que me abrazaba para aun seguir en la misma, mejor estoy no lo voy a negar pero el duelo parece que es infinito. Una de las cosas que más alivio me trae al espíritu es regalarte una hermosa flor mientras te canto una canción y por ultimo rezar por tu alma. Se que no soy muy religiosa pero lo hago con el mayor esfuerzo y sentimiento. Siempre pido por tu paz y por la de los que te queremos y estamos acá.
Lo único que espero es haberte ayudado como vos querías con “mujercita” y no haberte decepcionado. Quiero que sepas que hice hasta donde me dio el cuerpo y mas también. Lo que mas deseo es que esto que he hecho por vos calme mi dolor de nunca haberte dicho las cosas en su momento, de haberme guardado tantas cosas…
La vida me dio un gran golpe, me dio a entender que las personas están hoy y mañana lamentablemente no se sabe… me enseño que todos los días uno tiene que agradecer, pedir perdón, decir lo que se siente como cada uno puede, expresar cuanto amor tiene a la persona que esta al lado y vivir el día como si fuera el ultimo. Lo único que lamento con todo mí ser es como me lo enseño y yo no creo poder agradecer por eso... al menos por ahora no. Hasta que no supere tu ida no voy a poder, no hasta que te recuerde con una sonrisa de oreja a oreja y no se escape ni una débil lágrima.
Voy a ir a visitarte un día de estos, cuando me acompañe el sol y voy a cantarte Una Triste Melodía la misma que hoy me ayuda a formar un texto con todo lo que siento.
PD: Así, no es, así no es…
(05.10.2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario